Radioheadicción

El blog de una radioheadicta

Bedhead: Transaction de Novo

miércoles, enero 13, 2010
A Bedhead los conocí hace poco, entre navidad y año nuevo. Y eso que su apogeo fue en los noventa y ya no existen más. Que en paz descansen, entonces. Y si de paz hablamos, Transaction de Novo, el álbum que lanzaron en 2001, podría sintetizarse por medio de la ecuación paz + crescendos = slowcore, lo que no es sino Bedhead.

¿Qué es eso del "slowcore"? Googléelo usted mismo, pues. No es preciso definirlo ahora, ya que tema central para esta palabrería no será.

Una vez alguien me dijo (y, por cierto, me hizo despertar de una somnolencia que no parecía concluir) que yo era una empedernida auditora de música nostálgica, triste y ridículamente depresiva. En verdad, no lo dijo en esos términos, pero ese era el sentido que quería darle a su breve pero repercutora oración. Fue desde ese momento que me di cuenta que tenía que repeler los discos de artistas con voces infrahumanas, letras al borde del suicidio y la psicosis, y ritmos sin melodía, o con melodía, pero tristemente incoherente. Así que eso fue lo que hice: no más shoegazing, antifolk y lo-fi (o al menos la mayoría de las bandas lo-fi). "¿Radiohead también?" - ¡Qué idea tan descabellada es ésa! ¡Claro que no! De hecho, siguen liderando mi ranking de LastFM.

Sin embargo, hasta hace poco no sabía del aparente subgénero que apellidaron "slowcore". Y supe de él ni más ni menos que a través de los hasta ahora benditos Bedhead.

Me imaginé que podría sonar un poco a My Bloody Valentine, pero poco de los legendarios MBV tenían.

Apenas empezó a penetrar en mis oídos, "Exhume", la primera pista del disco, me dio escalofríos porque me cazó un bajo de lo más impredescible, sucedido por unos (desacordes) acordes de guitarra. Y aunque el bajo me cazó, ello no quiere decir que me haya cautivado. Más bien, fue una de esas cazas cuyo acoso te encanta. De pronto, ¡¡maravilloso!! ¡Una voz! Sideral, supradimensional e infranqueable. Nociva y perniciosa, pero en el sentido magistral de los conceptos. Una voz personificada en un rayito de sol (¿o al revés?) que me guió durante toda la travesía, excepto en "Parade" donde la voz es sobornada por otro rayito de sol, un poco más grotesco, para que abandone la sala por un par de minutos. Un poco más tarde, el rayito de sol non grata es nuevamente corrompido; esta vez en "Psychosomatica".

Si de tan ninguneado disco tuviese que destacar un track, ése sería "Exhume".

Recomendaría escuchar este disco en las siguientes condiciones:

Solo (a)
En tu pieza
Con audífonos (los más grandes son los más idóneos)
Con expectativas de 0 (cero) a 2 (dos)
Mientras lees un libro o miras un álbum de fotos familiares viejas (excepto al escuchar "Extramundane". Para esta canción aconsejaría fijar la mirada en la portada del susodicho disco)

Que lo disfruten, ojalá más de lo que lo disfruté yo.